También llamada She-sleen.
Se pretende que la sumisa sea un animal en todos los aspectos. Tiene prohibido hablar, excepto ciertos sonidos de animales. Tiene prohibida la postura humana, debiendo de andar a cuatro patas. La comida se le arroja o se le pone en recipientes, debiendo comerla sin usar las manos. Incluso se le puede enseñar trucos de animales. Si es usada sexualmente, será usada como un animal. Esta modalidad puede ser usada como castigo o como entrenamiento para una nueva sumisa. Esto le enseña a la sumisa que ella esta en el mismo nivel que un animal.
Girada la cabeza hacia su Señor, ella frunce sus labios y permanece, sin inmutarse, incapaz de moverse hasta que Él la bese.
A cuatro patas y con su espalda recta, la sumisa apoya las palmas de las manos en el suelo, totalmente perpendiculares a su cuerpo. El pelo se le aparta hacia el hombro izquierdo. De esta manera, puede servir de mesa o de reposa pies.