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miércoles, 15 de octubre de 2008

Las 6 responsabilidades de un Dominante.




  1. Asegurarse que una sumisa libre y demandante de información, es guiada hacia el Dominante apropiado.

  2. Asegurarse que la sumisa conoce lo que es el abuso, y sabe a quien dirigirse cuando si se produce.

  3. Asegurarse de que la sumisa conoce sus Derechos (los de ella).

  4. Enseñar a la sumisa todo lo relativo al Estilo de Vida BDSM, proporcionándole el acceso a los lugares donde pueda informarse de modo fiable.

  5. Ayudar e impulsar el crecimiento de la sumisa, tanto en cuanto a su relación D/s como en la vida publica (familia, trabajo..).

  6. Proteger, cuidar y educar a la sumisa, intercomunicándose de forma permanente con ella.

12 pasos en la Dominación

  1. Descubrimos que Nuestro sumiso nos ha Entregado el Control como Dominantes.
  2. Nos damos cuenta que Nuestra Energía Aumenta por el Control que poseemos desde ese momento.
  3. Tomamos el Decisión de Dominar a Nuestro sumiso y lo hacemos, de la misma manera que tomamos la decisión de ponerle sobre nuestras rodillas.
  4. Hacemos un gran esfuerzo para Dominar de Forma Apropiada a Nuestro sumiso.
  5. Somos Mentores y Dominantes y dominamos las Técnicas de Control.
  6. Estamos preparados para Vencer Cualquier Resistencia de Nuestro sumiso.
  7. Esperamos la Obediencia Absoluta y Recompensamos a Nuestro sumiso.
  8. Mantenemos un Registro de Transgresiones, para utilizar la Disciplina Apropiada con Nuestro sumiso.
  9. Administramos el Castigo Apropiado a Nuestro sumiso por cualquier infracción.
  10. Continuamos Nuestros Esfuerzos de Controlar Apropiadamente a Nuestro sumiso.
  11. Buscamos Métodos nuevos y creativos para Mantener la Disciplina, descubriéndolos por investigación y experiencia.
  12. Dominamos Nuestras Técnicas, (así como también a Nuestro sumiso), somos una Presencia Constante como Dominantes en la vida de Nuestro sumiso.

jueves, 9 de octubre de 2008

¿Que es una relación BDSM segura?

El tema de la seguridad es importante. A continuación se enumeran algunas normas básicas que pueden evitarte situaciones desagradables:

A. Seguridad antes del primer encuentro:

En general, la situación ideal para encontrar un compañero de juegos o futura pareja BDSM es en algún club social dedicado al tema. Desgraciadamente, esto no siempre resulta fácil ni asequible a todos.

La alternativa obvia es Internet y los canales de chat. Canales como #sumisas #mazmorra y #entrega son algunos en donde puedes hacer amigos interesados en las relaciones BDSM (hay muchos más, explóralos todos). En cualquier caso, sigue unas sencillas reglas de seguridad:

  1. NUNCA des tu nombre verdadero, número de teléfono, información de la tarjeta de crédito, lugar de trabajo o dirección email, o cualquier otra información personal a la primera persona que acabas de conocer. Familiarízate con alguien durante un cierto tiempo antes de revelar cualquier cosa de importancia.
  2. Una vez que vayas conociendo a amigos en algún canal, pregunta a otros miembros del mismo sobre dicha persona.
  3. Procede despacio, no tengas prisa, sigue tu instinto.
  4. Evita que conozcan tu número de teléfono o móvil habitual. Recuerde que todas las compañías de telefonía tienen la obligación de disponer de forma gratuita de un código que oculte el número de teléfono. Pregunta en el servicio de atención al cliente acerca de como ocultar tu número para algunas llamadas. También puedes usar un móvil con tarjeta prepago exclusivamente para estos menesteres. Una buena relación puede convertirse en un calvario si uno de los dos miembros decide dejarlo y el otro insiste compulsivamente.

Existen muchos casos en los que alguna sumisa o Amo tuvo que cambiar de número de móvil, del teléfono de casa o ambos... para evitar el continuo acoso de algún partenaire virtual desesperadamente enamorado.

B. Seguridad en la primera cita:

La seguridad de la primera cita dependerá básicamente de lo bien que conozcas a tu pareja virtual. Aunque tu instinto debe ser la guía más importante, no olvides tomar algunas precauciones:

  1. Antes de pasar a la acción conoce cara a cara a tu partenaire en un lugar público, y, si es posible llega acompañado/a de algún amigo/a a quien presentarás a tu pareja virtual y con quien quedarás en hablar más tarde por teléfono. Mantén una larga conversación con tu nueva pareja...y no te sientas obligado/a a nada.
  2. Comunica a varias personas el lugar en donde tiene lugar la cita. Evita domicilios privados. Probablemente lo más seguro es acudir a un club BDSM o, en su defecto, a un hotel. La habitación debería estar reservada a nombre de ambos, o al menos, deberías pedir a tu pareja que dejase su documento de identidad en recepción, de cara a hacer el registro.
  3. Nada más llegar llama por teléfono a tu contacto y comunícale el lugar en donde estás, el número de habitación y todos los datos necesarios para localizarte. Realiza esa llamada en presencia de tu nuevo contacto.

C. Seguridad en sesiones habituales:

Si eres Dominante, aunque seas una persona muy sensata, puedes cometer graves errores si eres inexperto. Y tu serás el único responsable de los posibles accidentes.

No olvides, además, que el daño que puedes hacer a tu sumisa no tiene porqué ser simplemente físico. Existe también el riesgo de daños emocionales o psicológicos graves. ¡Tu sumisa te cedió el control: demuestra que sabes autocontrolarte!. Ve despacio y aprende poco a poco mediante una experimentación basada en el respeto a quien te ha dado el privilegio de su entrega.

D. Palabra de seguridad:

Una de las reglas que debes usar en todas las sesiones BDSM es el uso de una palabra de seguridad con la que tu sumisa podrá detener cualquier cosa que en ese momento estés realizando con ella. Debes elegir una palabra que se recuerde fácilmente y fácil de pronunciar. Un ejemplo puede ser el nombre de pila de tu AMO/A. Dado que es un nombre que no se utiliza normalmente en una sesión puede quedar restringido a esta función de seguridad. Cualquier persona convencional podría preguntar: ¿y no es más fácil decir simplemente basta?

La respuesta tiene que ver con la teatralización que todo rolplaying implica. En nuestro caso, las relaciones BDSM, se supone que ambos se sienten excitados ante el dominio total de la escena por parte de uno y la indefensión absoluta del otro. En dicho contexto, gritar "basta" o "no puedo más, por favor" por parte de la sumisa y no ser atendida en sus requerimientos por parte del Amo puede resultar en una mayor implicación en el juego, fuente adicional de placer y excitación. Sin embargo, una buena dosis de realismo nos permite comprender que se trata de eso, un juego, que en ningún caso debe traspasar los límites físicos y/o psicológicos de la persona sometida. Un uso racional, honesto y sincero de la palabra de seguridad facilita considerablemente la relación, al evitar "malentendidos" (por cierto, forzar al sexo a una pareja habitual es considerado un delito de violación. A veces, los malentendidos pueden resultar dramáticos...).

El uso de la palabra de seguridad obliga a ambos, la persona dominante y la dominada a ser serios el uno con el otro y con la relación:

• Si eres DOMINANTE: Detén siempre la escena ante el uso de la palabra de seguridad. No juzgues, castigues ni reprendas en ese momento a tu sumisa. El no uso de la palabra de seguridad por tu sumisa no te exime de tu responsabilidad de tus actos.

• Si eres SUMISA: No dejes de usar la palabra de seguridad si te encuentras en el límite. Si no la has usado no tienes derecho después a quejarte a tu Amo de su "abuso". No uses la palabra de seguridad ante cualquier situación simplemente "molesta", "desagradable" o que no te excita.

lunes, 6 de octubre de 2008

¿Que es una relación BDSM consensuada?

En los tiempos que corren, todos vamos asumiendo que una relación de índole sexual y/o afectiva entre dos personas adultas debe responder a un único criterio: que ambos libremente decidan mantenerla. Es decir, la verdadera libertad implica, y esto no es siempre visto así por todos, la libertad de iniciarla, de finalizarla y de fijar los límites de dicha relación.

RELACIONES CONVENCIONALES:
  • Afortunadamente cada vez menos gente piensa que la mujer debe, contra su voluntad, dejar de trabajar para hacerse cargo de sus obligaciones familiares.
  • Afortunadamente cada vez hay menos gente que mira como a un apestado al hombre o la mujer que decide poner fin a una historia de pareja (divorcio... separación...) simplemente porque estima que es más conveniente para él/ella.
  • Afortunadamente cada vez hay menos gente que cree estar en el derecho de insistir una y otra vez ante la persona amada con independencia de que ella desee o no ser requerida en amores (acoso sexual).
  • Afortunadamente cada vez hay menos gente que cree que la mujer está obligada a mantener relaciones sexuales con su legítimo esposo, con independencia de sus propios deseos (débito conyugal).

Pero, desgraciadamente, todavía hay gente que no piensa así. ¿Cuánta responsabilidad tienen la concepción tradicional de la pareja, la institución del matrimonio , y la ideología conservadora de índole religiosa en tales violaciones a la libertad individual?. La buena cultura BDSM al delimitar con precisión el "contrato de entrega" de la sumisa al Amo, al insistir en el carácter consensuado, lúdico, y reversible de la relación, al delimitar las fronteras de la misma, debería ser un buen antídoto trasgresor ante la inmoralidad que supone la concepción tradicional de la pareja como forma de dominación real , no mediante rolplaying, del otro a través del chantaje emocional, cuando no de la coerción social.

1. El pacto de los limites:

Toda relación BDSM comienza por un pacto. La persona dominante y la sumisa deben comunicarse muy detalladamente cuales son sus deseos, que cosas están dispuestas a hacer y cuales no. Y ambas deben respetar dicho pacto. Esto no significa que los límites sean una frontera fija e inamovible. En el curso de la relación pueden ir modificándose paulatinamente.

Un Amo inteligente debe aprender a moldear progresivamente el deseo y la conducta de su sumisa partiendo de su estado inicial original y avanzando hacia sus propios deseos y expectativas. Como punto de partida de una relación BDSM se puede utilizar un cuestionario en el que estén descritas las distintas prácticas BDSM. Cada Amo tiene su test. Realizar dicho test con total sinceridad por parte de ambos miembros de la pareja es un buen punto de partida para establecer los límites iniciales de la relación y conocerse mejor. Pasado cierto tiempo, si la relación se va consolidando, realizar de nuevo el test puede descubrir hasta que punto los deseos se movieron...

SI ERES AMO: NUNCA trates de forzar ninguna práctica que tu sumisa no desee realizar. En caso de duda, mejor abstente.

SI ERES SUMISA: Sé sincera con tu Amo. Se consciente de tus limitaciones. No confundas el deseo con la realidad, los sueños con la vida real.

2. El contrato de esclavitud:

Desde que Sacher-Masoch iniciara su relación erótica con Fanny Pistor, la firma de un contrato por el que la persona sumisa se entrega como esclavo/a a la persona dominante ha pasado a ser un lugar común de las relaciones BDSM. La redacción y firma del contrato de sumisión es un ritual ineludible de toda pareja sadomasoquista que se precie.

Naturalmente hay que aclarar que dicho contrato no tiene validez legal alguna y que nadie debe, basándose en dicho contrato, creerse en la posesión de ningún derecho. Una relación BDSM, como cualquier otra, debe empezar y desarrollarse como fruto del mutuo acuerdo y libre consentimiento y finalizar en cuanto uno de los dos miembros lo desee. ¿Cuál es, por tanto, la utilidad del contrato de entrega, sumisión y/o esclavitud?. La función fundamental es meramente lúdica o simbólica. Las personas sumisas necesitan sentirse "propiedad" de sus Amos, para entregarse plenamente y, aunque a nivel meramente simbólico, el contrato puede servir a tal fin. Es decir, tendría la misma utilidad que la alianza en un matrimonio convencional. En cualquier caso, el contrato puede cumplir una misión adicional si se despoja de su estilo literario habitual (que trata de imitar el léxico leguleyo) y se centra en una buena descripción de los límites inicialmente pactados, de las señales o símbolos que indican una plena disponibilidad de la persona sumisa (el llevar el collar, por ejemplo) etc... Una sugerencia para los Amos: hacer que tu sumisa redacte un muy detallado contrato en donde indique claramente los limites iniciales de la relación, y hacerle saber que debe pensárselo muy detenidamente antes de redactarlo y firmarlo. Que el incumplimiento del mismo supondrá una falta grave por su parte y un motivo para finalizar la relación. Que tu, su Amo, te atendrás en todo momento a lo pactado allí y que, de conseguir mejoras en su entrega, siempre podrá añadir apéndices que modifiquen o amplíen su contrato inicial. Es decir, usa el contrato para hacer reflexionar a tu sumisa acerca de la seriedad que exige una relación BDSM. Juego, si, pero juego serio y con reglas.