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miércoles, 19 de noviembre de 2008

Corsets

Las sensaciones sexuales del varón Eduardo (y de su mujer) fueron despertadas por la figura del corsé, con sus insinuaciones de disciplina y desamparo. Los corsés conservan o forman de nuevo permanentemente el torso. Llevado a los extremos se convierten en una elemento masoquista.

El apretar el cordón es el proceso consciente y visible de la constricción artificial de la cintura. El tensado y aflojamiento de correas tienen el significado ritual de la excitación o de la supresión de la sexualidad asociada a ellos. El estar firmemente encorsetado es sentido por algunos como una forma de tensión erótica que exige la excitación erótica. Esto se aplicaría ciertamente a algunos juegos dentro del contexto de una relación BDSM, particularmente el factor de la restricción.

La corsetería en Europa fue introducido en los siglos XV y XVI. Al principio los cuerpos fueron vendados simplemente de forma firme, pero los vendajes fueron reforzados más adelante por los tableros pequeños unidos por un cordón para apretarlos.

Así como esta tentativa de alterar los contornos naturales de la cintura y del abdomen, se obligó a las mujeres también a que colocaran placas de plomo en sus pechos para hacerlos planos, de modo que llegó a ser prácticamente imposible cuidar a sus bebés; la práctica era tan severa que muchas mujeres se desmayaban.

Muchas mujeres jóvenes sufrieron daño en sus órganos internos durante la búsqueda de esta manera exigente de modificación del cuerpo.

La imagen familiar del corsé Victoriano con los cordones y las ballenas tiene su origen en las Edad Media europea. Esta clase de ropa, se usaba más como ropa de calle que como ropa interior, y estuvo en uso hasta el siglo XVIII. Hasta fines del XIX, hombres y mujeres usaron variaciones de este corsé. Los oficiales del ejército usaron corsés y adaptaron firmemente los uniformes para acentuar sus partes posteriores rectas y su rígida disciplina.

En el siglo XIX poco después del nacimiento, una correa de cuero se ataba de la cintura del bebé. Según iba creciendo se iba sustituyendo por otra atada también firmemente. Estas constricciones dieron una anchura desproporcionada a las caderas de la mujer y a los hombros, y ésta se convirtió en la forma femenina ideal. Cuando la muchacha se casaba, era privilegio de su esposo quitar la correa final, que cortaba con su daga en la noche de bodas.

A algunos hombres y mujeres hoy les gusta la disciplina del corsé. El proceso puede llevar hasta seis meses para alcanzar el tamaño deseado, pues requiere usar constantemente el corsé y se produce un cambio gradual en los órganos y grasas del cuerpo. La modificación seria del cuerpo con corsés es más fácil cuanto más joven se sea. No es algo con lo que uno puede contar con resultados inmediatos. Un entrenamiento del corsé puede durar entre 7 u 8 años dependiendo de los resultados deseados.

El corsé en general, una vez que esté ajustado, puede llegar a ser muy erótico y realzar experiencias sexuales. Tener sexo con un corsé extremadamente apretado es absolutamente una experiencia increíble.

Se debe desarrollar una gran paciencia y cooperación con la naturaleza para conseguir el punto donde se siente más normal estando restringido que estando fuera del corsé. Sin embargo el corsé se puede usar tan sólo como ropa erótica. Nada más femenino que una mujer en todo su esplendor, "apretada" "acordonada" y "dominada" dentro de un hermoso corsé.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Cinturones de Castidad

El efecto primario del cinturón de castidad, bajo cualquier condición de uso, sea seria o no, es hacer imposible para la mujer que usa uno, la cópula, la masturbación, o tomar el papel pasivo-receptivo en el sexo oral. Esto se logra cubriendo sus órganos genitales externos con un protector que impida la entrada a su vagina y aislé su vulva de cualquier estímulo físico. Ese protector se mantiene en su lugar con una cerradura. El portador del cinturón puede o puede no tener la llave. Si se utiliza el cinturón seriamente entonces la sumisa no tendrá acceso a esta llave. Esta situación es lo que se llama una regla terminante. Bajo la regla terminante del cinturón de castidad, toda la responsabilidad de la conducta sexual del portador se transfiere enteramente al poseedor de la llave, y cuando se toma totalmente en serio el carácter de la castidad deja de ser algo autónomo.

Es necesario recordar en cualquier uso del cinturón de castidad que la mujer es totalmente dependiente del portador de la llave, ya que ha de ser quitado antes de poder masturbarse copular o recibir estímulo oral en sus órganos genitales, por lo tanto, con la excepción posible de una mujer con los pechos excepcionalmente sensibles, no podrá experimentar ningún orgasmo.

Aunque todos los diseños de los cinturones de castidad proveen la salida de la orina, la realidad es que los órganos externos han de limpiarse después y esto es imposible con el cinturón, el residuo de orina si no se limpia generará al menos un olor desconcertante y posiblemente ofensivo a menos que ese sea el efecto deseado para la humillación de la sumisa; en todo caso, los residuos de orina dejados durante mucho tiempo, pueden provocar irritación en la piel.

También dificulta la higiene durante la menstruación.

Por otra parte una mujer durante la excitación sexual segrega un lubricante para facilitar la cópula sexual, este lubricante cuando está fresco tiene un olor agradable y excitante, señala la preparación inminente para copular, sin embargo cuando este olor es añejo, no es agradable para todo el mundo, aunque puede ser excitante para muchos. Sus residuos también pueden irritar la piel.

Tampoco el cinturón permite la salida de las heces.

Todo esto significa que una mujer que usa un cinturón de castidad necesita más cuidado y atenciones que si no lo usa, se debe estar constantemente pendiente de sus necesidades de la misma forma que ella es dependiente del portador de llave y no se debe ser negligente en el tema higiénico-sanitario.

El cinturón de castidad es un elemento de juego con una gran carga erótica y da al Dominante la sensación de poder absoluto sobre la sexualidad de su sumisa, se puede utilizar como elemento de castigo o para la privación total de estímulos externos en los órganos genitales femeninos durante el juego. Puede ser un elemento fetichista de primer orden.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Disciplina Inglesa

La disciplina inglesa es un clásico dentro de el espectro de la sumisión. Esta denominación se deriva de los castigos físicos que durante en la Inglaterra victoriana se utilizaban en los colegios como método disciplinario. Este tipo de disciplina se extendió al resto de Europa y hasta hace pocos años en los países occidentales los castigos infringidos por personas superiores a niños y adolescentes eran frecuentes y se consideraban necesarios para conseguir el respeto y una buena educación de los alumnos.

Los instrumentos más usados para ese efecto, aunque no lo únicos eran: la caña de bambú, la regla de madera, el cinturón de cuero y la mano.

En el sadomasoquismo hacemos uso del termino disciplina inglesa cuando aplicamos castigos como el spanking, caning, whiping, bastonade...

Puede emplearse en su ejecución una gran variedad de objetos:

- la mano desnuda o enguantada
- cinturones
- paletas
- látigos: varían en función del grosor de las tallas, su longitud y su material
- fustas
- varas o cañas

En la disciplina inglesa el AMA y el esclavo están unidos por el instrumento de castigo y los niveles de confianza y de entrega del esclavo/a hacia su AMA. La habilidad del AMA tanto en el uso de los instrumentos, como en los tiempos y cantidad de castigos es imprescindible.

Cuando una AMA considera que él esclavo ha soportado un castigo excesivo y sumisamente le ha entregado su cuerpo para que ella se "divierta" castigándolo y lo ha hecho sin rebeldías, convirtiéndose en una "cosa" sin voluntad, la AMA puede permitirle al esclavo que bese y pase su lengua por los pies, lavándoselos. Este acto de humillación extrema ante una mujer equivale a la esclavitud incondicional del hombre.

sábado, 8 de noviembre de 2008

SSC = Sano, Cuerdo y Consensuado.

La trilogía SSC se ha convertido de alguna forma en el credo básico de toda la comunidad BDSM internacional. Una relación de Dominio/sumisión debe, para ser socialmente aceptable y psicológicamente no patológica, toma en consideración estos tres puntos de partida.

¿Que es una relación BDSM Sana?

Al igual que en una relación convencional (vainilla) una relación BDSM para que sea sana debe tener un requisito esencial: debe hacer crecer y enriquecer a ambos miembros de la relación, hacerlos más felices y autónomos como seres humanos. Desgraciadamente ello no siempre ocurre, ni en las relaciones vainilla ni en las BDSM. Pero estas últimas tienen ciertas dificultades especiales a las que conviene estar muy atentos:

1. Masoquismo y amor propio:

El perfil psicológico prototipo del masoquista es el de una persona con niveles de autoexigencia elevados y con un gran deseo de complacer a los demás. Una educación muy estricta y emocionalmente chantajeadora ha podido estar en el origen de su personalidad masoquista. Supongamos, por ejemplo, que un niño muy travieso frecuentemente realiza travesuras que son castigadas por sus padres. Si los frecuentes castigos son, además, acompañados de reprimendas del tipo "eres un desastre", "no vales para nada" etc...el niño puede acabar con una muy baja autoestima.

Es frecuente que los padres castiguen a sus hijos a veces de forma injusta o desmesurada, arrepintiéndose posteriormente de ello. Si, tras un castigo excesivo, el padre o la madre presta más atención de la usual al niño, éste puede estar aprendiendo que solo cuando es castigado lo quieren. Este tipo de historia infantil suele ser causa de posteriores malos rollos de adultos: persona con una muy baja autoestima que desea ser castigada. Una forma patológica de masoquismo.

A LAS PERSONAS SUMISAS:

  • No hagan nada que no quieran hacer.
  • No hagan nada que no vayas a disfrutar.
  • No tienes que ganarte el amor de nadie haciendo cosas que te perturban, desagradan o sientas que te envilecen.
  • Recuerda que elegiste a un Amo para que, haciéndote "sufrir", en última instancia te hiciera feliz, para que te hiciera disfrutar de la vida.

2. Sadismo y psicopatía:

Muchas personas confunden los dos términos anteriores. Aunque ya hemos definido el sadismo, conviene recordar que la psicopatía es una forma de alteración grave del comportamiento que supone la ausencia total de relación afectiva con la víctima, mientras que, en una relación BDSM sana, la persona dominante suele tener fortísimos sentimientos de cariño, amor, agradecimiento y veneración por su partenaire sumiso.

Ni todos los psicópatas son sádicos (una gran cantidad de psicópatas pasan del sufrimiento de sus víctimas... un sádico lo disfrutaría) ni todas las personas con tendencias sádicas son psicópatas. Aunque, desde luego, hay sádicos psicopáticos o psicópatas sádicos. La clave, creo yo, que diferencia a ambos conceptos está en el proceso de socialización recibido: la personalidad psicopática fructifica como consecuencia de un ambiente en donde ha habido una falta absoluta de normas de comportamiento, una ausencia de reglas de actuación (anomia), lo que acaba convirtiendo a la persona en un ser inmaduro inca-paz de controlar sus impulsos, con una total carencia de autocontrol. Esto, unido al hecho de no haber recibido afecto en la infancia/adolescencia, produce la letal combinación de impulsividad y ausencia de empatía afectiva con los demás. Por el contrario, una persona que sienta impulsos dominantes o sádicos pero haya estado sometido a un proceso de socialización adecuado, sabrá canalizar dichos impulsos de forma que, de llevarlos a la práctica, lo haga dentro de una relación sana en donde su pareja de juegos disfrute tanto como él, y en donde haya unos claros límites pactados previamente.

El riesgo de encontrar un Amo psicopático es escasamente probable pero real. Si el tuyo no controla sus impulsos, si a veces te golpea, azota o humilla como consecuencia de una ira, si no respeta tus limites, si nunca piensa en tus deseos....mejor ve pensando en jubilarlo...tiene más pinta de maltratador que de Amo.

Una vez descartados los posibles aspectos psicopatológicos específicos de una relación BDSM cabe preguntarnos acerca de cuales son las características fundamentales para ésta se pueda considerar una relación personal psicológicamente sana. Una relación BDSM sana se fundamenta en los dos pilares de su doble condición lúdica y erótica.

1. Ni más ni menos que un juego:

Una relación BDSM, para ser sana, tiene que ser considerada por ambas partes como un juego, nunca como algo más. Que sea un juego no significa que sea algo banal. Un juego puede ser una forma muy seria de relacionarse con los demás, supone el someterse a unas reglas, aceptar la naturaleza de los propios deseos, la necesidad de transgredir el convencionalismo, la puesta en escena de las propias obsesiones y fantasmas. Y la forma suprema del juego puede dar lugar al Arte. Pero nada más.

Afortunadamente la esclavitud humana hace mucho tiempo que fue erradicada de nuestra cultura. Hoy nadie es dueño ni siervo de nadie y cada uno debe hacerse cargo de su propia vida como adulto responsable. Y dentro de ese ejercicio de libertad personal está la posibilidad de admitir el deseo de "pertenecer a alguien" como forma de entrega erótica sublime, canalizando dicho deseo en forma de un sano juego de rol. Si sabes que estás jugando voluntariamente y que controlas la situación, sigue adelante. Si, por el contrario, crees que el juego llega demasiado lejos, te domina psicológicamente, te impide desarrollar otros ámbitos de tu personalidad... mejor detente y háblalo con tu pareja.

2. El BDSM es una actividad de índole erótico-sexual:

El otro aspecto a considerar muy seriamente es el carácter estrictamente sexual de la relación sadomasoquista. Muchos colegas estarán en profundo desacuerdo, muchos desprecian el intercambio sexual como forma de interrelación AMO/sumisa etc... Sin embargo, si privamos a la relación BDSM del estímulo erótico, una relación BDSM se con-vierte en una relación de explotación emocional patológica. Muchas personas interesadas en el BDSM parecen desinteresadas por el sexo. Mucho juego BDSM (películas, sesiones en directo, etc...) carecen de escenas sexuales. Algunas veces, la actitud de algunos Amos y/o sumisas con respecto al sexo recuerda a las malas relaciones que los inquisidores o santas vírgenes tuvieron con la entrepierna. Pero el deseo sexual está ahí y reconocer que está en el origen de nuestras tendencias es el primer paso para establecer una relación sana. Se hace referencia a sexual y no a erótico intencionadamente: debemos dejar muy clara la naturaleza fisiológico-hormonal del origen de la motivación por dominar o ser dominado. Naturalmente, dicho origen da lugar a un comportamiento genuinamente humano: se comparte con otros, se convencionaliza, en definitiva se cultiva. Y el erotismo no es más que el sexo convertido en cultura. El carácter erótico del BDSM nunca debe-ría ser olvidado por quienes lo practican. "Pegar a alguien porque me excito sexualmente haciéndolo" es mucho mas sano que hacerlo por-que "así demuestro todo mi poder". "Dejo que me humillen porque me pone caliente" es mucho mejor que hacerlo como forma de conseguir un afecto o atención que, de otra forma, no sabes conseguir.

Que una relación BDSM esté fundamentada en el sexo, no significa que obligue a un intercambio sexual permanente de las personas implicadas en la relación. Suele ser una práctica habitual que el Amo decida cuando la sumisa puede o no obtener el orgasmo. Ello es perfectamente sano si se sabe dosificar: es una forma de aumentar el deseo de la persona sometida. Además, nada es más placentero que utilizar el cuerpo de alguien para el propio placer sin la necesidad de corresponderlo de inmediato y de forma obligatoria, como parece sugerir la moderna gimnástica sexológica. Sin embargo, tal práctica comporta el compromiso implícito de que la persona sometida acabará siendo autorizada a correrse o gratamente sorprendida con un orgasmo regalado por su amante. Y naturalmente, dicho orgasmo será mucho más gratificante para ambos que la repetición mecánica de una obligación contraída de mutua satisfacción.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Precauciones

Posibles percances:

En una sesión pueden ocurrir distintos percances. Hay muchas historias que circulan sobre este tema, pero la mayoría son falsas. Estas son las cosas que pueden ocurrir y lo que debes hacer en cada caso (Algunos de los síntomas aquí descritos pueden ser producto de enfermedades físicas o mentales, tales como posible enfermedad, embarazo, miedos encubiertos... Si los síntomas aparecen frecuentemente, consulta con un médico).

El vértigo está causado normalmente por posiciones incómodas, tales como estar boca abajo durante un largo tiempo, por la emoción, por el calor, o simplemente por la tensión del momento. También puede estar causado por estar en una misma posición durante mucho tiempo. Pero no hay porqué preocuparse. Haz que tu sumiso/a cambie de posición, que se siente o que se acueste y le pasará en un rato.

Las nauseas están causadas por los mismos factores que el mareo, aunque también pueden estar causadas por falta de comida. Para que se pasen, haz lo mismo que en el caso anterior.


Falta de respiración (a menudo hiperventilación). Está causada por la emoción, tensión, miedo, claustrofobia, e incluso por un bondage muy fuerte o una posición incómoda (doblado o con la cabeza hacia abajo). Los síntomas son sudor, vértigo, dolor de cabeza y a veces, un miedo abismal. Para la sesión, desata a tu sumiso/a y sácale la ropa apretada (látex o corsés). Si esto no funciona, haz que tu sumiso/a respire en una bolsa de papel varias veces, nunca de plástico ya que podría asfixiarse.

Es importante señalar que la hiperventilación puede estar también causada por algún miedo o trauma. Si es necesario, debe consultarse con un profesional.


El desvanecimiento o desmayo es la reacción natural a la hiperventilación. También puede estar causado por posturas incómodas, por el calor, exposición solar, hambre o sed e incluso por la emoción y por el miedo. Pero no es problema. Para el juego, libera a tu sumiso/a, tiendelo/a y elevale las piernas a 45 grados, esto permite una mejora de la oxigenación sanguínea. Si esto ocurre muy a menudo, puede ser debido a una baja presión arterial o a una anemia.


Los cardenales o moretones están causados por latigazos (a menudo), canning (siempre), spanking (a veces) y por el bondage (más de lo que se cree). No hay que preocuparse por la aparición de un moretón, a menos que esté seguido por dolor o fiebre. Si no quieres que te hagan moretones, díselo a tu Dominate y así puede extremar el cuidado. Puedes evitar los moretones que se producen en el bondage cubriendo la piel antes de poner las cuerdas y teniendo cuidado al quitarlas. Si al quitarlas presionas mucho en la piel, puedes “quemarla”.

Los miembros fríos, blancos o azulados:


Cuando los miembros se quedan fríos, se duermen o se vuelven blancos es señal de obstrucción sanguínea. Esto puede estar causado por una cuerda atada demasiado fuerte, al bloquear ciertas venas con el peso del propio cuerpo o porque las manos han estado encima de la cabeza durante mucho tiempo. No es tan grave como parece (el brazo, la pierna, la mano o el pie pueden estar sin recibir sangre durante 45 minutos) pero puede ser muy molesto y causar falta de concentración en el sumiso/a. De nuevo, la anemia o la tensión baja también pueden ser la causas, Cambia la posición del sumiso/a y afloja el bondage para aliviar los síntomas.

Que el candado se quede atascado es una de las pesadillas de un/a Amo/a. A menudo está causado porque es de baja calidad o porque se le somete a mucha presión. Puedes prevenirlo comprobando siempre los candados antes de usarlos. Si tienes la menor duda sobre su funcionamiento, no lo uses. Y si pasa, tranquilidad. Siéntate e intenta controlarte y vuélvelo a intentar. Si no, vete a una tienda y compra unas tenazas. ¡¡¡No uses una sierra!!!, podrías hacer heridas a tu sumiso/a. Si tu sumiso/a tiene cadenas en las muñecas o en los tobillos, usa mucho jabón, ya que hay una posibilidad de que tu sumiso/a se libre de las cadenas o las esposas.

Si se te rompe la llave dentro del candado, no te preocupes. No es tan grave como parece. Con la ayuda de un imán, serás capaz de extraerla y si lo pones boca abajo aún te resultará más fácil. Después abre el candado con la copia de la llave (nunca uses candados de los que no tengas una copia de la llave).


Diez sugerencias sobre que debes hacer o no hacer en el momento en que entras en una relación de intercambio de poder erótico:



  1. En tus sueños y fantasías, todo es posible. Traspasarlo a la realidad, puede ser mucho más complejo. Vete paso a paso y vete incluyendo nuevos juegos o situaciones, cuando te sientas verdaderamente preparado/a para ello. No te enfrentes a tu compañero/a diciéndole un esquema exacto de lo que tú esperas. Compartan sueños y fantasías y dejen suficiente espacio para que cada uno exponga sus deseos.
  2. Negocia una palabra de seguridad u otro tipo de señal. Si por cualquier razón, no quieres usar palabra de seguridad, díselo a tu Dominante.
  3. Es importante que exista una buena comunicación sobre vuestras fantasías y límites. No menosprecies información importante tal como “No me gusta esto o lo otro”. Si no le dices a tu Dominante que es lo que te gusta, ¿cómo va a saberlo?.
  4. Intenta ser lo mas claro posible en todo momento. No esperes que tu Amo/a sea clarividente.
  5. Compra juguetes de calidad. Prueba a menudo el funcionamiento de los candados, anillas, y los instrumentos de “suspensión” cada vez que los uses.
  6. No te sobrevalores. No es lo mismo recibir cien latigazos en tus sueños que recibir diez en “directo”. Nunca prometas cosas que no estás seguro si podrás cumplirlas. Y nunca pienses “Yo puedo hacer esto o lo otro” sin asegurarte de que así es.
  7. Concéntrate en el juego y en tu Dominante.
  8. El alcohol, las drogas o pastillas, hacen que una sesión tenga más riesgos. Te sacarán la sensación de dolor, y te llevarán a un nivel que no puedes controlar. Cuando se está jugando, el cuerpo produce endorfinas (un opiáceo natural) y adrenalina.
  9. Hablar si tienen algún problema físico, mental, si estás bajo tratamiento médico o tomando medicación.
  10. Prepárate para emociones fuertes y reacciones desconocidas pero no dejes que esto te aleje de disfrutar de la diversión, de la entrega y de las bellas sensaciones que se experimentan en el intercambio de poder erótico.


• NUNCA... Ates cuerdas alrededor del cuello. Usa collares de cuero o de metal que dejen respirar adecuadamente.

• NUNCA... Dejes a nadie atado solo/a en casa.

• NUNCA... Uses trozos de tela o algodón para hacer una mordaza ya que pueden producir asfixia.

• NUNCA... Uses cable para el bondage o para azotar.

• NUNCA... Uses sustancias químicas.

• NUNCA... Hagas nada sobre lo que no estés bien informado/a.

Perversiones, parafilias



En general, sadismo y masoquismo se definieron durante mucho tiempo como “perversiones sexuales”. Fue en 1885 cuando el psiquiatra francés Magnan utilizó por primera vez la expresión perversión sexual, que luego quedó sobreentendida cuando se habla solamente de perversión. La palabra perversión procede del latín “perversio” que implica una valoración moral: el cambio del bien por el mal, la corrupción. Para evitar tales implicaciones de tipo moral, la moderna psiquiatría ha sustituido el término “perversión” por el de parafilia. En las parafilias la respuesta sexual no está alterada, lo que las caracteriza es la “desviación” del objetivo: el parafílico tiene una tendencia a excitarse sexualmente con estímulos no habituales (entendiendo por tales los que excitan a la mayoría de los mortales), tales como objetos (fetichismo), y otras situaciones que implican dolor, humillación y/o violencia (Sadismo/masoquismo).

Una característica esencial de la parafília es que esté “instalada” en la personalidad del sujeto, es decir, que sea recurrente como fantasía o como acto. La simple experimentación ocasional está pues excluida de la definición.

Sadismo y masoquismo.
Tomaremos las definiciones procedentes del Manual de Diagnóstico y Estadística de la Sociedad Americana de Psiquiatría en su última versión (DSM-IV, 1992):

El sadismo:
Se define a como la existencia de fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexuales o comportamientos que impliquen actos (reales, no simulados) en los que el sufrimiento psicológico o físico (incluyendo la humillación) de la víctima es sexualmente excitante para el individuo.

El masoquismo:
se define como la existencia de fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexuales o comportamientos que implican el hecho (real, no simulado) de ser humillado, pegado, atado o cualquier otra forma de sufrimiento.