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lunes, 26 de agosto de 2013

El Syssismo

Es un tema que no se manejar pero es subido a el blog por investigación de curiosidad, se adjuntan las fuentes donde se encontró la información


Euan McIver como pantomine dame

Afeminamiento, afeminación, amaneramiento o pluma son términos utilizados para describir un patrón de comportamiento social que se define por la presencia de características asociadas convencionalmente al género femenino en una persona del género masculino. El afeminamiento concentra una serie de características de comportamiento social en el que se adopta el comportamiento, el estilo, los roles de género o los manierismos atribuidos socialmente al género femenino.

El afeminamiento de una persona constituye una identidad andrógina en la que son apreciables distintas características psicológicas asociadas al género femenino en la expresión social y cultural de un masculino, contradiciendo distintos espectros de lo que se considera dentro de la naturaleza masculina en la sociedad convencional. Debido a que el establecimiento y la descripción de la naturaleza en el comportamiento y personalidad de lo masculino y lo femenino depende completamente de un punto de vista social, suele considerarse una inmoralidad dentro de algunas sociedades porque el afeminamiento y la masculinización de una persona transgrede los parámetros de la masculinidad y la feminidad.

Etimología

Etimológicamente, el término afeminamiento deriva del latín femina, término que significa mujer. Se le llama afeminado a una persona del género masculino que presenta características femeninas en su personalidad o comportamiento.

Otros términos populares de carácter eufemístico que hacen referencia al afeminamiento de un varón (frecuentemente haciendo referencia a la orientación sexual homosexual) incluyen: flamboyant, sissy, pansy, niña, mariposa, flor, queen, reina o nelly. En otros aspectos sociales, suelen emplearse diferentes peyorativos para describir las características femeninas en el comportamiento de un varón (en ocasiones relacionando erróneamente el afeminamiento con la orientación sexual homosexual) como: maricón, marica, joto o loca.

Dentro de la percepción social, el afeminamiento se traduce como el objeto o persona que es femenino en la expectativa de ser masculino, normalmente utilizado con un carácter misógino para clasificar a los masculinos dentro de los parámetros de la masculinidad convencional. Dentro de los parámetros de la feminidad en relación con una identidad masculina, suelen relacionarse tradicionalmente diferentes rasgos como el sobre refinamiento, la delicadeza, la gentileza y la compasión (características relacionadas convencionalmente con la naturaleza femenina). La percepción social frecuentemente relaciona la orientación sexual homosexual y la identidad transgénero con el afeminamiento de una persona, asimilando erróneamente que el afeminamiento es un atributo exclusivo de los varones homosexuales (en especial los que se desempeñan en la actividad sexual como bottom) y los transgénero que se identifican como femeninos; comparando el afeminamiento en el LGBT con el comportamiento tradicional en algunas personas de orientación sexual heterosexual e identidad cisgénero.

La definición de lo que constituye lo masculino y lo femenino depende del contexto cultural, así como el contexto histórico. El afeminamiento, dentro de la cultura occidental, normalmente evoca distintos estereotipos relacionados con la homosexualidad (originando una sustitución errónea entre los adjetivos afeminados y gay, en donde se describe lo afeminado como gay). El afeminamiento en otros contextos se interpreta como una incapacidad para el control autoritario (control de la nación, control sobre el pueblo, control sobre la mujer o control familiar) o como una ofensa social frecuentemente interpretada desde puntos de vista religiosos que pretenden el control tradicional de los mecanismos sociales.

Algunos rasgos dentro de la cultura occidental que entran dentro de los rasgos del afeminamiento según la sociedad convencional son:


  • Interés en la moda femenina o una adaptación exagerada, ostentosa o magnificada de la moda masculina.
  • Diferentes formas de expresión que caracterizan la forma de expresión femenina.
  • Carácter efusivo, refinamiento o aligeramiento en la forma de hablar y énfasis en la
  • expresión y la gesticulación.
  • Cross-dressing (utilización de indumentaria socialmente asignada al género femenino).

La estipulación de lo que se considera afeminamiento está sujeta al contexto histórico, ya que lo que en alguna vez fue completamente masculino, hoy no se considera como tal dentro de la sociedad convencional. Artículos originalmente diseñados para resaltar la masculinidad como los zapatos de tacón, hoy se han convertido en elementos puramente femeninos por representar un afeminamiento en la moda masculina actual.

Historia

El afeminamiento no tiene un origen histórico específico, ya que se trata de un comportamiento humano. En antiguas civilizaciones de la cultura clásica en Grecia y el Imperio Romano solía identificarse al afeminamiento (Malakia: ἀνανδρία) como un signo de debilidad, vulnerabilidad o cobardía que era severamente castigado por no representar las características clásicas de la valentía en un hombre. En diversos escritos bíblicos se retoma el sentido de la palabra malakos como distintos comportamientos moralmente inaceptables que variaban según la interpretación en: afeminamiento, prostitución masculina y sodomía. Otras visiones sociales que veían el afeminamiento en la cultura clásica, era el trato de una persona como mujer (asimilado en la época como una persona constantemente humillada o envuelta en el rol pasivo en la expresión sexual homosexual).

En la visión feudal del afeminamiento resurge un concepto renovado del malakos griego en el que se consideraba una contradicción a la masculinidad la cobardía y el doblegamiento. Asimilándose como afeminamiento la incapacidad de una persona para controlar su poder autoritario (por ejemplo: un rey incapaz de llevar a cabo sus labores como rey debido a su carácter débil). En el siglo XVII surge el término defop y the rake para designar a un hombre sometido por una mujer, indicando que se era incapaz de someter a una mujer e imponer su masculinidad dentro del seno familiar; estableciéndose luego los papeles familiares tradicionales dentro de la etiqueta social para determinar el papel de la figura masculina y la figura femenina en el lecho matrimonial.

En el siglo XVIII se creía que el afeminamiento era inmoral y antisocial como la masturbación y la sodomía; también era percibido como un atributo de la aristocracia de la época por las excentricidades materiales que rodeaban la vida de la clase acomodada. En el siglo XIX se magnifica la expresión de distintas identidades transgénero asimiladas en el teatro de variedades. Debido a las anteriores aseveraciones estereotípicas comienza a surgir una relación entre la aristocracia, el buen gusto y el afeminamiento; características cristalizadas en el arquetipo del glamour contemporáneo, el dandy. Debido a los cargos legales contra Oscar Wilde en 1895 de sodomía y comportamiento inaceptable por su homosexualidad y su personalidad de dandy afeminado, nace un sentimiento social que comenzó a relacionar el afeminamiento como atributo de la homosexualidad y como atributo en personas que tienen una inclinación artística (comenzando el estereotipo contemporáneo que relaciona el afeminamiento con la homosexualidad y el gusto artístico).

En una perspectiva actual del afeminamiento, suele asimilarse en aquello que está dedicado a satisfacer o identificarse con las mujeres (Ejemplo: los grupos musicales de boy band que hacen música dedicada principalmente a la audiencia femenina). En otra perspectiva similar dentro de lo artístico suele asociarse con aquello que está diseñado para formar parte de la identidad de la cultura femenina.


A Meeting of Umbrellas de James Gillray (1782). Muestra un rasgo afeminado de la época: hombres sosteniendo sombrillas para darse sombra a sí mismos.

Diferencias entre un Mariquita y un Sissy, el sissy sigue la misma línea que el mariquita pero llevado a un nivel más alto. El sissy busca el máximo nivel de auto-feminización tanto de forma física como psicológica. Esto es debido a que no solo le gusta sentirse mujer sino que cree en la superioridad, en la perfección y en la supremacía de estas, tomándolas como un ejemplo a seguir. Sin embargo estos rara vez desean estar a su mismo nivel, ya que por progresivamente reducida que sea su naturaleza masculina son conscientes de ella y por ello nunca llegaran al nivel de una autentica mujer. Esto les deja en una posición menor o más baja que la de la mujer, pero a su vez también en una escala más baja que el hombre ya que por supuesto sus atributos masculinos (en general) no tienen ni comparación con los de un hombre de verdad (un auténtico macho). Los sissys en una especie de tercer sexo que ocupa automáticamente la posición más baja en la escala de jerarquía sexual.

¿Que implica esta disposición de puestos? Pues muy simple, los puestos más bajos tienen como naturaleza servir a los niveles superiores. Esto deja a los sissys en el puesto más bajo y por ello debe servir al resto de sexos. (Debo matizar que esta especie de escala de puestos no significa que las escalas inferiores sean menos perfectas, al contrario: las mujeres como icono de la feminidad con perfectas y por ello son admiradas, los hombres como icono de la masculinidad son deseados por ello, las transexuales como fuente de unión de la masculinidad y la feminidad resultan atractivas y seductoramente exóticas y los sissys pueden ser seseados por sus cualidades sumisas y femeninas). Con esto se quiere decir que porque el sissy este en la escala más baja ello no quiere decir que por eso sea el menos hermoso o agraciado, un sissy puede ser muy hermoso y lindo eso si como sissy.

Un Sissy es una persona nacida hombre pero con grandes cualidades femeninas que a nivel autoridad ya sea en: el trabajo, en pareja, en matrimonio o en rol sexual tiene el nivel más bajo, por lo que se ha dicho anteriormente tiene la función de ser el sujeto (ultra) pasivo y servir y obedecer al resto de escalafones.

Destacar que el sissy acepta esta posición de servidumbre y obediencia de buena gana, no solo se le es impuesto sino que es el mismo el que asume e interpreta su papel ya que es su propia naturaleza. Un sissy nace siendo de carácter y naturaleza sumisa y pasiva, servir y obedecer a su Amo/a, está en su naturaleza y lo hace con sumo gusto.

En pareja, el sissy debería servir y obedecer a su cónyuge ya sea mujer, hombre o transexual. Normalmente esta combinación será de mujer y sissy. ¿Por qué? Pues por las siguientes razones:


1.       Un sissy buscara de normar este tipo de relaciones con una mujer, ya que es su icono a seguir y por ello encuentran placer en servirlas y obedecerlas en todo lo que sea menester.

2.      Un sissy busca la auto-feminización, realizar esta de forma progresiva hasta llegar a su máximo nivel (como se ha citado anteriormente sin ocupar el puesto de la mujer) es su meta y su forma de auto realizarse y progresar como persona. Por lo que una mujer podrá ayudarle mucho mejor a realizar estos cambios convirtiéndose en una especie de tutora y educadora de la feminidad (algo en lo que la mujer también encuentra placer y satisfacción realizando esta transformación, ya que el sissy pasa a convertirse en su obra).



3.      Un hombre raramente se mostrara voluntario a ejercer el papel de Dominante con un sissy, en las relaciones siervo-dominante la combinación hombre (Dominante) y sissy (sumiso) es muy extraño, esto solo pasara si hay una mujer de por medio, dando fruto a unas de las variantes más conocidas que hay de tendencia sissy:
·         hombre domina a mujer,
·         mujer domina a sissy y/o mujer domina a hombre,
·         hombre domina a sissy.

4.      Una Domina a la que le guste el syssismo encuentra placentero este tipo de relación, por el hecho de que ellas han nacido para que las sirvan y por ello consentirán con mayor facilidad este tipo de relación. Además como también se ha citado el hecho de tener un “hombre” a su merced y poder convertirlo en la mujer que ellas deseen.

Fuentes: